La llamada enfermedad periodontal es una enfermedad muy extendida. Afecta tanto a las encías como al periodonto y provoca una pérdida progresiva de la parte del hueso maxilar que contiene los dientes y del tejido de soporte. El resultado son dientes flojos que pueden caerse y, en ocasiones, también hay que extraerlos. La periodontitis suele presentarse a partir de la tercera o cuarta década de la vida. Para combatir con éxito la enfermedad periodontal se recomienda un tratamiento holístico.
Atención de la enfermedad periodontal en el dentista
Si sospechas que padeces periodontitis, se recomienda visitar al dentista lo antes posible. Los profesionales Vivanta nos alertan: cuanto antes se detecte y detenga, menor será la recesión de las encías y la pérdida de hueso periodontal. La periodontitis también pone en peligro la salud general:
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Existe una relación entre la periodontitis y las enfermedades cardiovasculares, ya que las bacterias y sustancias inflamatorias correspondientes pueden contribuir al endurecimiento de las arterias. Esto aumenta el riesgo de que se pueda sufrir un ataque cardíaco o un derrame cerebral.
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Asimismo, las bacterias de la cavidad bucal suelen estar implicadas en la inflamación del revestimiento interno del corazón, que a menudo también afecta a las válvulas cardíacas.
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Los pacientes con válvulas cardíacas artificiales, en particular las articulaciones de la rodilla o la cadera, son propensos a infecciones por bacterias de la periodontitis.
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La diabetes y la periodontitis están estrechamente relacionadas; Por un lado, los primeros pueden favorecer el desarrollo de los segundos y, por otro lado, es posible que la inflamación periodontal existente afecte el efecto de la hormona insulina.
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Si la periodontitis ocurre durante el embarazo, existe el riesgo de efectos negativos, incluido el parto prematuro o el bajo peso del niño al nacer.
El dentista decide entre un tratamiento periodontal cerrado (sin abrir la encía) y un tratamiento periodontal abierto (procedimiento quirúrgico ambulatorio con apertura de la encía). Si los síntomas reaparecen después de tomar medidas, una prueba bacteriana puede resultar útil para encontrar causas ocultas.
Tomando iniciativa en la lucha contra la enfermedad periodontal
En el tratamiento médico tradicional de la periodontitis, la atención se centra en reducir los gérmenes. Sin embargo, es importante que los pacientes también se vuelvan activos. Esto incluye, entre otras cosas, una higiene bucal constante y, si es necesario, un cambio en la dieta. Ambos provocan un entorno en la boca hostil a las bacterias, de modo que ya no es posible la formación de nuevas bacterias. Un sistema inmunológico que a menudo está debilitado por la enfermedad periodontal se fortalece, por lo que puede rebelarse con éxito contra los bacilos y la inflamación disminuya.
Dieta adaptada para la periodontitis
Muchos pueblos indígenas no practican la higiene dental. Sin embargo, se puede observar que tienen una excelente salud dental. Sin embargo, esto sólo se aplica si siguen una dieta tradicional. No importa si los productos lácteos, los cereales, las verduras o la carne dan forma a su dieta. Sin embargo, si los miembros de los pueblos indígenas consumieran principalmente alimentos procesados industrialmente, su condición dental se deterioraría extremadamente. El resultado sería periodontitis, caries y pérdida prematura de dientes y, en la próxima generación, dientes desalineados.
Se sabe que una dieta rica en azúcar y carbohidratos suele ser la causa de enfermedades de las encías y caries. La predisposición genética también influye: puede provocar una mala estructura dental o un defecto en el esmalte dental, lo mismo se aplica a la toma de antibióticos en la primera infancia. Se ha demostrado que una dieta sana y sin azúcar puede provocar una parada repentina de la caries y también una regresión de la periodontitis. Esto también se aplica si los factores hereditarios son los responsables. Varios alimentos y sus ingredientes ayudan a mantener los dientes sanos, entre ellos:
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Carotenoides: son una amplia clase de pigmentos naturales; se encuentran, entre otras cosas, en hortalizas de hojas verdes, así como en hortalizas rojas, amarillas y anaranjadas y en frutas del mismo color; Las zanahorias, las espinacas, la col rizada, el brócoli, la calabaza, los albaricoques, las sandías y el pomelo rojo, por ejemplo, tienen un alto contenido en carotenoides.
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Ácido fólico, pertenece al grupo de la vitamina B. Las encías afectadas por la enfermedad periodontal tienen un bajo contenido de ácido fólico. Si tu dieta incluye espinacas, ensaladas, tomates, legumbres, naranjas, brotes, nueces, germen de trigo, productos integrales, patatas, hígado y huevos, te beneficiarás de una alta cantidad de ácido fólico; Cabe señalar que es sensible al calor, por lo que es preferible comer los alimentos antes mencionados en forma de alimentos crudos a los alimentos cocidos, si es posible.
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Antioxidantes: la inflamación crónica, que también está presente en la periodontitis, generalmente está relacionada con la falta de antioxidantes. Entre los alimentos con un alto contenido se encuentran, en particular, productos vegetales como frutas (uvas, bayas, manzanas), verduras (espinacas, zanahorias), así como aceites vegetales de alta calidad y frutos secos.
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Ácidos grasos omega-3: estudios exhaustivos realizados por la Universidad de Harvard produjeron el siguiente resultado: cuanto más ácidos grasos omega-3 se consumen, menor es el riesgo de enfermedad periodontal. Los aceites de linaza, cáñamo y krill, por ejemplo, son ricos en estos.
¿Qué alimentos debes evitar si tienes periodontitis?
Cualquiera que ya padezca periodontitis debe evitar o limitar significativamente los siguientes alimentos:
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Productos ricos en azúcar.
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Carne (máximo dos o tres veces por semana).
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Alimentos pegajosos y duros.
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Alimentos extremadamente fríos y calientes.
Lavanda y manzanilla contra la enfermedad periodontal
A partir de la fitoterapia se conocen algunas plantas medicinales y remedios caseros que ayudan a combatir la enfermedad periodontal. Al mismo tiempo, la higiene bucal profesional es importante y se considera la base del éxito. Esto incluye el cuidado dental e interdental dos veces al día, así como el uso regular de un enjuague bucal antibacteriano. También se recomienda enjuagar diariamente con una solución de lavanda o té de manzanilla. Estos tienen un efecto desinfectante y antiinflamatorio. Además, el vinagre de manzana tiene un efecto antibacteriano y estimula la producción de saliva neutralizante.